martes, 12 de septiembre de 2017

"La Balada de Donna Helena" Fito Páez (Video con imágenes del mediometraje)


La Balada de Donna Helena es un mediometraje que forma parte de la primera incursión de Fito Páez en el cine. El argumento nació sobre la base de la inspiración a partir de la canción que lleva ese nombre incluida en el disco “El amor después del amor”.
En realidad, “Balada de Donna Helena”, es una canción que se escribió en el año 1990, para ser incluida en el disco “Tercer mundo”, pero según palabras del autor, “se encontraba fuera de contexto para con la idea original de ese disco”, entonces fue desechada. La grabación en sí fue dirigida por el propio Fito Páez, aunque recibió ayuda de Alejandro Maci y Roberto Mateo.
El proyecto fue financiado por el diario Página 12 y se pensó hacer una segunda parte, que escribiría junto al periodista argentino Jorge Lanata, idea que no prosperó.
La película fue presentada el 12 de marzo de 1994, un día antes del cumpleaños de Fito Páez, a las once y media de la noche. Este dato no fue casual, ya que el film dura media hora y terminó justamente cuando el cantante cumplía 31 años.

La película transcurre en dos lugares distintos y opuestos. Por un lado el infierno, interpretado en el film como un lugar para purgar las almas, en donde los que allí habitan deben mantener sus vicios terrenales para no ser enviados al abismo de la muerte eterna, y por otro lado la tierra.
Cuenta la historia de un ladrón de autos interpretado por Alejandro Urdapilleta y su compañero de andanzas que interpreta Darío Grandinetti.
La historia se le complica a este delincuente cuando en el afán de robar desesperadamente un coche para saldar sus deudas, se topa con una mujer, dueña del auto interpretada por Susú Pecoraro, quien pertenece a una especie de secta religiosa, con el poder de hace desaparecer gente con solo disparar su cámara fotográfica.

La balada de Donna Helena

Manejando por la ruta alguna noche sin mirar atrás
prendo un faso y en la radio siempre el mismo idiota de la música
Uh..., Helena
la petaca se quedo vacía y son los once en cualquier lugar
una Donna me hace señas sube al coche y empezó a falar
antes, debo confesar, no sentí placer igual
pero la verdad es que ya ven... 

Uh..., Helena

empezó por recorrerme con su boca y no estaba mal
y su lengua parecía casi como loca, vamos a chocar... 

hasta aquí pude hacerlo bien
después con su pocket me golpeo en la sien
y bajo mis pantalones sin apuro
y trago, trago, trago y había algo puro
me quemo con la luz de un superflash
y algo extraño comenzó a sudar
y tan pronto desapareció este mundo
y así fue como me fui del mundo

antes, debo confesar, no sentí placer igual
pero la verdad es que ya ven... 

Donna Helena empezó a llorar, 
sola en ese coche lamiendo su sal
por un momento se olvido de la verdad
que todo lo que toca se le esfuma, se le esfuma, se le esfuma... 

hay un acuerdo de brujas en Gibraltar
que "todo amor perpetuo deberás matar
cuerpo sobre cuerpo y cuerpos sobre el mar
el mar de los caídos frente a Donna Helena.

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