jueves, 18 de mayo de 2017

EN EL CAMINO de Delmira Agustini


Yo iba sola al Misterio bajo un sol de locura,


Y tú me derramaste tu sombra, peregrino;


Tu mirada fué buena como una senda oscura,


Como una senda húmeda que vendara el camino.


Me fué pródiga y fértil tu alforja de ternura:


Tuve el candor del pan, y la llama del vino;


Mas tu alma en un pliegue de su astral vestidura,


Abrojo de oro y sombra se llevó mi destino.


Mis manos, que tus manos abrigaron, ya nunca


Se enfriarán, y guardando la dulce malla trunca


De tus caricias ¡ nunca podrán acariciar !...


Es mi cuerpo, una torre de recuerdo y espera


Que se siente de mármol y se sueña de cera,


Tu Sombra logra rosas de fuego en el hogar;


Y en mi alma, un castillo desolado y sonoro


Con pátinas de tedio y humedades de lloro,


¡ Tu sombra logra rosas de nieve en el hogar !

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