miércoles, 19 de febrero de 2014

El Encantamiento Espiritual

El Encantamiento Espiritual
18/02/2014


Cuántas banderas, cuántos cultos, cuántas guerras, cuántas amistades y uniones en nombre del encantamiento de llevar una bandera Espiritual
A veces parece una lucha sin fin donde la humanidad se evapora y entran en juego dimes y diretes, verdades entrecortadas, que son aquellas que llegan, que entran fácilmente en las emociones humanas, en la mente de los que queremos hacer el camino. Aquellas verdades entrecortadas que cuando llaman a tu casa las hacés pasar confiada, admirada, creyendo que ahí está la respuesta a tus días en soledad, a tus inquietudes, tus nostalgias. Aquellas verdades que son intermitentes porque no hay una respiración fluida, donde en el camino hay influencias energéticas de un fin, pero no mayor, de un fin menor donde la manipulación, y la mentira es llevada hacia una designio egoísta. Falta la caricia del alma, falta el sentir desde lo profundo de aquella palabra que tanto repiten, el ESPÍRITU.
Y es que el espíritu está en esas pequeñas cosas cotidianas, está en tu sonrisa, en tus preguntas, en tu búsqueda, en tus sueños, en tus equivocaciones y aciertos, en cada parte de ti…en lo sencillo y ameno, en la capacidad de síntesis, en el acompañar a veces silencioso, otras a voces…
Todo es Espíritu, todo es energía, fuente y sabiduría.

El espíritu no hay que usarlo, no hay que exponerlo, no hay que mostrarlo, El Espíritu ES. La espiritualidad es Ser consciente de ello, respirar espíritu.
Aquella amistad que te mira con ojos fríos, sin alma, ese, no es tu amigo.
Aquel que llega a ti llenándote de halagos, solo alimenta su propio reflejo, haciendo de ti un espejo.
Aquel que no expresa su verdad en cada momento de su vida, ese no es tu hermano.
Aquel que habla de su humildad, ese no es humilde.
Aquel que pretende demostrarte, no te ve.
Aquel que espera con amor, en silencio recogido. Aquel que te acompaña en cada decisión aunque no comprenda, aquel que está, que te ama, que sientes su mirar con brillo, con limpieza, con alas…ese es tu hermano. Aquel que no te juzga, que no te mide, que se comunica contigo desde el acompañamiento y no desde la imposición, es tu hermano.
Ya no es época de Maestros, es el momento de comprender que todos nosotros somos nuestros propios Maestros, llegó el momento de comprender que el tejido sagrado que nos une, impulsa el intercambio de cada sabiduría y experiencia que habita en nosotros.
Si aún seguimos creyendo que el exterior nos va a acercar aquello que nos hace falta, estamos muy confundidos, el exterior nos muestra un pequeño reflejo de lo que nosotros somos capaces de crear.
Mírate a los ojos, y hallarás tu propia esencia.
No te juzgues, permítete caminar con tus aciertos y errores.
No tienes nada que demostrar, tienes que Brillar.
Abre tu corazón y tu mente, no temas, porque nuevas puertas se abrirán ante ti.
EL exterior es un reflejo, no te va a dar lo que realmente tienes que sentir por ti mismo.
EL espíritu reside en ti, no es una actitud.
No es una forma de vida,
No es una bandera. Tú eres espíritu.

Anael – OrigenEstelar.com
Fuente: http://www.ronniearias.com/columnistas/anael/el-encantamiento-espiritual_38017.html

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