sábado, 27 de julio de 2013

La alpacas

Un mito aimara cuenta que las alpacas nacieron de los ojos de agua, de los bofedales y lagunas como la que tenemos enfrente. El mundo no era uno, sino dos: el inferior y el superior. En el primero pastaban grandes rebaños de alpacas bajo la atenta mirada de la hija del apu, el dios de la montaña, dueño y protector de las majadas. Cuando la joven se casó con un pastor del mundo superior, ambos viajaron hacia allá llevando a todas las alpacas.
Al cabo de un tiempo, sin embargo, el pastor se desentendió de una cría que le había prometido al apu cuidar. La hija del dios de la montaña, espantada, juntó al rebaño y huyó al mundo inferior. Pocas fueron las alpacas que el joven logró retener. Según el mito, éstas son las que continúan pastando bajo la mirada protectora de cerros como el Huallca.

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