sábado, 23 de marzo de 2013

Yehuda Berg

"No podemos evitar ser afectados por aquello con lo que decidimos rodearnos. Éste es un principio espiritual clave que aprendemos en el estudio de la Kabbalah: somos tan fuertes como nuestro ambiente. Incluso la semilla más saludable no puede alcanzar su potencial completo y crecer para convertirse en un impresionante roble sin un ambiente nutritivo. Es tan importante tener personas allí para ti cuando más las necesitas, para no sentirte solo, estar con personas que entiendan tus metas, tus deseos y que te dirán sin rodeos lo que es hermoso sobre tu ser y lo que necesitas cambiar.

Más allá de eso, en un nivel metafísico, hay algo maravilloso que ocurre cuando te rodeas a ti mismo con influencias positivas (algo mágico que los ojos no pueden ver). Pero cuando logras descifrarlo, en términos científicos y espirituales, ¡eso es exactamente lo que ocurre!

Mientras recorremos el camino de la vida, aquéllos que decidimos llevar con nosotros en el camino, influyen en nuestro destino.

Escoge a tus amigos con sabiduría. Rodéate con el tipo de personas por el que luchas en convertirte, y será casi imposible para ti no manifestar el bien absoluto de tu interior"

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