viernes, 25 de enero de 2013

Eckhart Tolle

Una flor, un pájaro, incluso una piedra, podría mostrarte el camino de regreso a Dios, a la Fuente, a ti mismo. Cuando la observas detenidamente, sin imponerle una palabra como etiqueta, dentro de ti surge una sensación de asombro, de admiración. Su esencia silenciosamente se comunica y con tu contacto, refleja su propia esencia.

Eckhart Tolle
 

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