sábado, 31 de marzo de 2012

Ya me di al poder que a mi destino rige. Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender. No tengo pensamientos, para así poder ver. No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí. Desapegado y sereno, me lanzaré más allá del Äguila para ser libre. Carlos castaneda, El don del Águila

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