viernes, 19 de febrero de 2010

Isak Dinesen



“Los tiempos difíciles han ayudado a hacerme comprender mejor lo infinitamente rica y maravillosa que es la vida y que muchas cosas que nos preocupan no tienen la más mínima importancia.”



Isaak Dinesen, el pseudónimo literario por el que se conoce a Karen Blixen, fue una mujer extraordinaria que vivió una vida fuera de lo común. Tuvo un coraje excepcional para enfrentarse a muchas crisis y salir reforzada de ellas.

La vida de la baronesa danesa Karen Blixen, una aventura increíble, es ampliamente conocida gracias a la estupenda y oscarizadísima película de Sydney Pollack, Memorias de África, (1985), basada en el libro autobiográfico de Dinesen y protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford.

Blixen arrancó su existencia de baronesa del modo más convencional posible: casándose joven con un pariente—el barón sueco Bror von Blixen-Finecke—que parecía simplemente apropiado. Esmeradamente educada, Blixen desembarca en 1913 en Kenia con la pompa de su clase. Los terribles acontecimientos que se desencadenan casi desde su llegada–un marido que muy pronto se desvela como un sinvergüenza irremediable; un negocio inmanejable; un ambiente marcado por los fuertes acontecimientos políticos de la época; la sombra de una temible enfermedad—operan el milagro: la baronesa deja de ser una remilgada y se transforma en aquello a lo que estaba llamada por su carácter: una mujer fuerte, sorprendente, capaz de superar las mayores adversidades, versátil. Es la preparación a una serie posterior de terribles decepciones: la confirmación de que su marido le había trasmitido la sífilis (su padre se había suicidado por esa misma razón), la quiebra definitiva del negocio cafetero, la muerte en accidente de su amante, el aventurero británico Denys Finch Hatton. En 1931 la vida de Karen en África se desmorona y ella se ve forzada a volver a su Dinamarca natal. Es el trágico fin de una época dura pero magnífica de su vida.

A pesar de todo, ella se salva a sí misma. Encuentra dentro de sí los recursos necesarios para operar su transformación: una vocación literaria que habían despertado tantos días de soledad en África y el apoyo del incondicional Finch Hatton. En Dinamarca, la necesidad le empuja a iniciar una nueva andadura. Escribe. Escribe sobre ella y sus extraordinarias vivencias. Out of Africa (1937) es la crónica de esa época.

En 1934 publica Siete cuentos góticos, una serie de relatos preciosistas, extravagantes, fabulosos. Historias dentro de historias, al modo de Las mil y una noches, exquisitas, en las que lo danés, lo británico y lo africano conviven en una combinación extrema. Un juego de imaginación liberador (para ella) y subyugante (para nosotros) por su inteligencia y su rareza.

Karen Blixen tuvo una fuerza prodigiosa. Para levantar con sus propias manos una plantación de café, pero también para reconstruirse a sí misma cuando todo parecía que había terminado. Una personalidad desbordante y una mente lúcida que supo reconocer a tiempo que, para seguir viviendo, transformarse era el único camino posible. Y una inspiración para el resto para afrontar las dificultades con decisión.



“Estar sola es un estado de espíritu, es una cosa completamente diferente a la soledad física: los escritores modernos que no cesan de divagar sobre la intolerable soledad del alma no hacen mas que probar su intolerable vacuidad”
Isak Dinesen

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